Definir objetivos financieros no es complicado y resulta clave para tus finanzas personales. Te explicamos cómo lograrlo paso a paso y sin estrés.
Los objetivos financieros son la clave para cumplir tus metas y mejorar tus finanzas personales. Si alguna vez te preguntaste cómo fijar tus objetivos financieros sin enredarte en teorías complicadas, aquí te lo explicamos muy fácil, al estilo mexicano y sin tanto rollo. Tener claros tus objetivos te permitirá ahorrar, organizar tus gastos y alcanzar todo lo que sueñas: desde esas vacaciones que tanto quieres, hasta cambiar de auto o lograr estabilidad económica.
Objetivos financieros: qué debes saber para definirlos y cumplirlos
¿Te preguntaste alguna vez cómo podías fijar tus objetivos financieros? La época en la que tus padres te administraban el gasto o te daban algo de dinero para ir al cine o comprarte el último videojuego ya pasó, así que mejor ponle atención a lo que sigue.
¿Sabes cómo es eso de los objetivos financieros? Cuando comienzas a administrar tu propio dinero, te vas dando cuenta de la importancia de generar un presupuesto que te ayude a conseguir ese auto de tus sueños, tu casa nueva, el viaje que tanto anhelas y más.
Entonces, si lo que quieres es fijar tus objetivos financieros, debes empezar a definir cuánto vas a gastar y cuánto vas a ahorrar en un determinado tiempo, dependiendo de los objetivos que definas.
Nunca los veas como una obligación, ¿o es que acaso tener el último modelo del celular que quieres no te haría feliz? Para eso es que fijas tus objetivos financieros y, si los cumples, el sentimiento de haberlo logrado es lo mejor.
Recuerda que los objetivos financieros los logras si en verdad te esfuerzas, pues de los sueños a los objetivos existe una gran diferencia. Y, aunque estamos seguros de que ya vas entendiendo cómo es todo este asunto, queremos que te vuelvas bueno fijando tus objetivos financieros, por eso te vamos a compartir una técnica superfácil para que empieces hoy mismo.
Técnica S.M.A.R.T. para fijar tus objetivos financieros
Objetivos específicos: debes tener tus objetivos claros. De esta forma te motivarás mucho más para conseguirlos. Trata de enumerarlos y que cada objetivo pueda ser descrito en una sola oración. Por ejemplo, “Cambiar de auto por un modelo más reciente” o “ir de vacaciones a Cancún en diciembre”. ¡Inténtalo y sabrás de lo que hablamos!
Objetivos medibles: para cumplir tus objetivos debes hacer un plan para alcanzarlos. Y ese plan debe ser alcanzable y se deriva de tu presupuesto mensual. Es decir, si tu objetivo es comprarte la última consola de videojuegos, cuánto dinero debes (y puedes) ahorrar en un determinado tiempo para conseguirla sin afectar tus otros gastos fijos.
Objetivos alcanzables: muchas veces queremos las cosas rápidamente, pero no te dejes llevar por las ansias. Debes ser realista con el tiempo y tu dinero. Si son objetivos muy grandes, tal vez en corto tiempo no va a ser posible que los cumplas.
Objetivos relevantes: asegúrate de que los objetivos que te planteaste sean realmente importantes para ti. ¿De qué vale hacer todo un plan financiero para algo que no vas a disfrutar o que realmente no vale la pena? Si tu objetivo no es algo significativo, a mitad de camino estarás abandonando la misión y tu subconsciente puede acostumbrarse a no cumplir los retos para alcanzar objetivos financieros.
Objetivos temporales: no confundas tus objetivos con las metas. Estas siempre se planean a largo plazo, mientras que tus objetivos son a corto plazo. Así tendrás claro los tiempos para ahorrar y fijar los objetivos financieros que te van a cambiar la vida.
Como ves, fijar tus objetivos financieros no es nada difícil siempre y cuando lo quieras hacer.